
Desde hace algunos días unas fotografías dieron la vuelta al mundo. Eran las fotos de un conocido cura “El padre Alberto” que se encontraba en situación íntima con una mujer en una playa de Miami. A raíz de esto la iglesia católica ha pegado el grito al cielo y ha decidido sancionar a tan mediático sacerdote.
Sin embargo ahora la pregunta es ¿Qué tan grave es este asunto? ¿Acaso un cura deja de ser un hombre cuando se convierte en siervo de Dios? ¿Acaso un cura no tiene sentimientos, afecto y emociones? Bueno muchas preguntas que se nos viene a la mente y que cada quién responderá de acuerdo a los principios, creencias y formación que tenga. Pero personalmente creo que esto es algo natural en el ser humano, el deseo a la sexualidad. Algo a lo que la Iglesia católica desea reprimir. El sacerdote ha pedido disculpas pero no se ha arrepentido de lo que hizo pues como el mencionó fue por amor, creo que la única persona que lo puede juzgar es Dios, y no los hombres quienes son tan imperfectos como él.
Por otro lado cabe resaltar que este tipo de hechos son muy conocidos, es algo que desde hace tiempo se ve en la Iglesia. Y para muestra un botón: el presidente de Paraguay, un ex sacerdote, Fernando Lugo, quién mantuvo relaciones sexuales a diestra y siniestra cuando aún era un religioso, lo que ha dado como consecuencia sus varios hijos actuales.
Finalmente creo que este hecho está teniendo mucha importancia de lo que merece habiendo en el mundo tantos problemas que resolver, todos se centran en un cura que solo no pudo controlar sus necesidades de hombre como cualquier ser humano y cedió ante la carne, una carne a la muchos pero muchos ceden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario